Expo de fotos: Fantasías subacuáticas

  • por Laura Babahekian

A

rranca el motor, reviso por última vez mi equipo y me proyecto en él por unos segundos. Mi mente se va aunque intente estar ahí, bien presente. Son esos instantes en los que sólo ansío poner mi cuerpo en el agua lo antes posible, pronosticar lo que me deparará su temperatura, chequear la dirección de la corriente y dejarme llevar por el sendero de las sorpresas. Así me gusta llamarlo, ya que la profundidad tiene eso que tanto gozo: los regalos de la naturaleza.

Le pregunto a Jessi, un amigo australiano, si quiere ser mi compañero. Cuando buceamos todos queremos bajar con uno bueno. Son ellos quienes tienen la respuesta antes que la pregunta, son quienes leen las miradas y se convierten en nuestros cómplices en la oscuridad mojada.

Sentada en el borde del barco, con mi chaleco inflado y de espaldas al mar, dejo caer mi cuerpo al agua. Retiro la máscara de mi cara, le doy una buena escupida para evitar que se empañe y tras una seña, comienzo mi descenso. El plan es llegar a los treinta metros para luego retornar a superficie con un ascenso lento. Con Jessi hacemos un acuerdo,  yo prometo estar atenta a los seres pequeños entre los corales y él, a no perder de vista el azul profundo. Esa oscuridad infinita por la que aparecen las grandes celebridades.

En el azul, un espacio rebelde donde mi mirada no encuentra horizonte y donde mis elecciones se limitan a respirar y a estar segura de mi misma, me entrego por completo al tiempo presente. Y ahí, más lista que nunca, siento el agua fría rozar mis cachetes, me endulzo con el paisaje que ya no es fantasía,  veo cómo esas miradas de supervivencia me rodean y me reconozco, como nunca antes,  muy pequeña en este universo tan lleno de vida. Y me doy cuenta que mi nombre, nacionalidad y eso que creía ser quedaron sentados en el borde del bote.

Al día siguiente, ya no soy la misma. Al día siguiente reviso mi cámara y comienzo a crear una nueva fantasía.

  • Laura Babahekian

    Apodada como Klando, Maria Laura Babahekian es una fotógrafa argentina especializada en fotografía subacuática e influenciada fuertemente por sus estudios de artes visuales en la Universidad Nacional de Bellas Artes. Su infancia en la costa atlántica argentina y su contacto continuo con diferentes tipos de fauna, fortaleció su amor por el mar y su entorno logrando sensibilizar su mirada. Desde el año 2012 hasta el 2016 ha estado viajando por Oceanía y Asia acercándose a diferentes tipos de culturas y visitando destinos recónditos y turísticos. Eligió “el viajar” como la escuela para aprender a enfocar el mundo y su propia vida desde nuevas perspectivas. 

    Hoy en día, entregada por completo a su cámara y al agua, intenta a través su imágenes generar empatía hacia todos los seres vivos que habitan las profundidades del mar promoviendo su conservación. Ella considera que “el miedo al cambio” y “la comodidad” del ser humano son los primeros causantes de las devastaciones ecológicas. Por esta razón, invita a todos a romper con su zona de confort, zambullirse al agua de los sueños y nadar hasta alcanzarlos, ella estará ahí para captar ese momento.

    Pueden encontrar su trabajo en www.klandovadeviaje.com y en www.deaquavivo.com

Showing 5 comments
  • Sebastián Cabrera
    Responder

    Qué buena galería, Laura! Comparto la fascinación por el azul profundo e infinito, una vez lo experimenté en un buceo de pared y la mezcla de miedo y adrenalina de sentirte descendiendo a un abismo no tiene precio. Ojalá algún día logre la experiencia como para poder dedicarme a sacar fotos tranquilo sin estar braceando como loco, ja. Te felicito de nuevo.
    Saludos!

    • Lau
      Responder

      Muchísimas gracias Sebastian!!! Es un placer compartir el amor por las profundidades. Seguramente logres enfocarte en la cámara antes de lo que te imagines. Un abrazo muy grande!
      Lau

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