Ruta por los museos de Nueva York

n Nueva York hay una buena síntesis de la cultura del Mundo, y esto no solo tiene que ver con sus barrios y distritos que albergan las más diversas culturas sino con su oferta de museos. Uno de los mayores atractivos que ofrece la ciudad, Manhattan específicamente, son sus museos. Son inmensos: hay que dedicarles tiempo pero vale la pena, incluso cuando fuera de ellos hay un día soleado en la “gran capital del mundo”. Ameritan una visita en cualquier circunstancia, teniendo poco o mucho tiempo, viajando solo o acompañado. Los museos neoyorkinos tienen un compendio de historia de la cultura y el arte que es difícil de igualar.

Si cuentas con pocos días, la logística pasa a ser clave. Por eso, al pensar en hoteles en Nueva York lo más aconsejable sería alojarte lo más próximo al Central Park que te sea posible para no demorar demasiado en traslados. De acuerdo, comencemos:

Al este de Central Park se encuentran en apenas una milla los mejores museos de Nueva York. Iniciaremos una caminata que nos llevará desde el museo Guggenheim a la Frick Collection para luego llegar al MET y terminar dando una pequeña caminata para llegar hasta el MoMA, junto al Rockefeller Center.

Comenzamos nuestro paseo en las inmediaciones del lago más grande del Central Park, el Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir, en la calle 91 Est. Allí se ubica el Museo Nacional de Diseño Cooper-Hewitt, que forma parte de los museos Smithsonian. Al seguir nuestra caminata hasta la calle 88, llegamos al Museo Guggenhein. El Museo Guggenheim es un hito en la arquitectura contemporánea, con su escalera caracol enorme que ocupa toda la esquina, es uno de los edificios más famosos de Nueva York, obra del reconocido arquitecto Frank Lloyd Wright. Se trata de un museo con mucho estilo, con una importante colección de arte moderno y contemporáneo que se ha conformado a partir de la suma de diversas y preciosas colecciones privadas de arte. Entre las principales colecciones que se exhiben al público se destacan la Colección Solomon Guggenheim de pintura abstracta, la colección de pintura subrealista de Peggy Guggenheim y la colección de pintura impresionista y post-impresionista de Justin Thannhauser, entre otras.

A continuación seguimos caminando hacia la calle 69  East, y nos encontramos con el Metropolitan Art Museum, también conocido como el Met, probablemente el mejor museo de Nueva York.  Al igual que el Museo del Louvre de Paris, el British Museum en Londres y el Museo del Prado, en Madrid, resulta uno de esos lugares ineludibles para eruditos del arte y ajenos al rubro. Hay de todo para ver, para que todos vean y disfruten, sean expertos o simples viajeros. Uno puede hacer una visita rápida, siempre insuficiente o bien estar días enteros ahí dentro: la historia del arte del mundo está resumida en este enorme museo de Manhattan. La colección incluye una impresionante del antiguo Egipto (con tumbas completas), innumerables salas de arte medieval con armaduras, pinturas, tapices, alfombras y mobiliario, salas dedicadas a los pueblos originarios de Norteamérica y Centroamérica, un sector dedicado a las culturas ancestrales de Oceanía y un piso completo dedico a las culturas de África y Asia (con grandes colecciones de porcelana china e incluso la reproducción de un tradicional jardín chino) y finalmente el arte moderno europeo con cuadros del Greco, el famoso cuadro de Vermeer de la mujer iluminada por la luz de una ventana, una amplia colección de cuadros de Rembrant dentro de la cual mi preferido fue el retrato de Aristóteles con Homero, luego hay cuadros de Pollock y Van Gogh.

Si seguimos nuestra caminata bajando por la misma calle nos encontramos en la 70th East con  el palacete estilo francés que alberga la Frick Collection, con obras de Vermeer, Tiziano, Goya o Velazquez. Igual de especial que lo que alberga en su interior es la propia ubicación del museo: la mansión del magnate del acero Henry Clay Frick, una enorme mansión de principios de siglo XX de 16 habitaciones increíblemente decoradas.

«El Museo Guggenheim es un hito en la arquitectura contemporánea, con su escalera caracol enorme que ocupa toda la esquina, es uno de los edificios más famosos de Nueva York»

Pero la lista no termina, como verán la oferta de museos es muy variada y atractiva y por eso una buena elección de alojamiento en la ciudad nos va a permitir el mayor aprovechamiento del itinerario. Sigamos, un poco más abajo, siguiendo nuestra caminata por la misma calle, en la intersección con la 75 East, se encuentra el Met Breuer, una ampliación de la colección de arte moderno del cercano Met y se centra en artistas del siglo XX y XXI.

Para finalizar esta ruta, caminamos unas 13 cuadras para llegar al Museum of Modern Art, o MoMA, cuya colección se divide en dos entre su colección de arte moderno, con una abundante colección de obras de artistas como Picasso, Chagall, Kandinsky, Mondrian, Matisse o Rodin, y su exposición de arquitectura y diseño moderno. El MOMA abrió sus puertas en 1929 y en realidad es una entidad privada, sostenida por algunos magnates estadounidenses como Bliss y Rockefeller, además de decenas de multinacionales que esponsorean. Como otros museos, su colección fue creciendo desde un pequeño grupo inicial (que incluía cuadros de Seurat, Cezánne y Van Gogh) para incorporar pintores de vanguardia en la modernidad tales como Matisse, Chagall, Kandinsky y Picasso. A veces, estas obras causaron controversia cuando fueron exhibidas por primera vez en el MOMA, porque el público neoyorkino las miraba con criterios conservadores.

En el MOMA culmina nuestra caminata. Viajar a Nueva York puede ser también dar un paseo por la historia de las culturas del mundo entero, solo depende del tipo de viaje que  uno quiera realizar.